Las principales voces de nuestra cultura pueden sin dudas confundirnos sobre nuestro potencial creativo en la adultez, y no es por lo tanto sorprendente que la mayoría de nosotros también lo subestimemos en nuestra vida diaria.
Pero… ¿por qué es tan importante la creatividad? . Porque la creatividad, que es definida como nuestra innata capacidad para enfrentar el crecimiento, nos da muchas herramientas para lograr atravesarlo de manera exitosa.
Es, justamente, la energía que permite que tomemos caminos diferentes en nuestros pensamientos, logrando que nos hagamos expresar de formas novedosas. Nos permite también ver a la vida como una oportunidad para la exploración y el descubrimiento, además de expandir nuestros sentidos... y todo ello no tiene edad.
Aplicar nuestra creatividad nos lleva a descubrirnos y a descubrir nuevos horizontes desde una visión ilimitada, que nos hace abrirnos a las infinitas posibilidades que tenemos delante de nosotros, aunque no las veamos.
Una de las estrategias más importantes para desarrollar nuestra creatividad se halla en nuestro cerebro y se manifiesta a través de nuestros pensamientos. Si observamos lo que pensamos podemos saber cómo es nuestra vida.
Actualmente los científicos, después de años de investigación, reconocen que el cerebro posee una elasticidad, una capacidad de desconectar antiguas rutas de pensamiento y de crear nuevas rutas a cualquier edad y en cualquier momento.
Nuestros pensamientos importan más de lo que imaginamos, nuestros pensamientos se convierten en materia. Por lo que cuando nos pregunten que en qué pensamos, más nos vale respondernos con la mayor claridad posible, porque nuestros pensamientos se estarán convirtiendo en aquello en lo que pensamos.
El pensamiento es creativo y la energía sigue al pensamiento. Lo que nos revela que podemos reinventarnos a nosotros mismos y ser aquello que soñamos.
Desde que el mundo es mundo los seres humanos han estado en permanente evolución, lo mismo que la naturaleza y el universo que nos rodea. Esta rueda es imparable y, querámoslo o no, estamos movidos por la fuerza de la transformación de las cosas.
"Nada se crea ni se destruye solamente se transforma" y en esa transformación hay siempre nuevas cosas que van apareciendo y que son fruto de la creación de un mundo nuevo y en evolución permanente.
Cuando niños muchos hemos experimentado esa fuerza creadora en nosotros, a través de nuestra capacidad de adaptarnos a cualquier situación creando incluso nuestros propios juegos con nuestro grupo de amigos.
El trabajo más arduo consiste en recuperar esa esencia creativa y aplicarla en nuestra vida, en el trabajo, en la familia, en los negocios o doquiera que estemos.
Deseo que todo aquel que lea este articulo tome en cuenta estos elementos y por eso me gustaría cerrar este proceso citando la siguiente frase : " Es divertido hacer lo imposible ”. Walt Disney
Ciertamente Oliver la creatividad debe estar presente siempre en nuestras vidas, ya que de ella depende en gran medida nuestro crecimiento como seres humanos, padres de familia y profesionales. Es lo que nos permite día a día conocer y experimentar cosas nuevas, experiencias que enriquecen nuestro cúmulo de conocimiento. En resumen, y a mi muy personal forma de ver la vida, es aquello que nos permite ser felices.
ResponderEliminarLa creatividad como parte intrinseca de nuestras vidas creo es el mayor aporte que nos pueden legar, como lo hemos aprendido en nuestro desarrollo del tema es vital no truncarla en los niños y permitirla aflorar y desarrollarse a través de técnicas. Un punto que expones es como a través de juegos creativos un niño inicia con la creatividad, sin embargo me indago si los juegos actuales en su mayoria con violencia y de mecanismos repetitivos que se viven en los video juegos lo fomentan, creo que en su mayoria indudablemente no, o al menos no de forma positiva.
ResponderEliminarHola Oliver
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo en el planteamiento de que ha sido la creatividad la que nos ha hecho evolucionar así como también que es de alguna manera la actitud que tomamos al presentársenos un problema la que va a determinar el resultado positivo o negativo de este.